Como ya todos sabrán Milei, es el Presidente electo en Argentina, candidato de La Libertad Avanza un personaje de la ultraderecha que se define como libertario y uno de los factores que lo llevaron a obtener el triunfo fue la crisis económica argentina, con una inflación de 142%, aunado a la incapacidad del Gobierno argentino actual para resolver los problemas económico, lo que provoco el descontento del pueblo argentino con el Gobierno argentino; y los problemas, debilidades e incapacidades que tiene Alberto Fernández, actual presidente de Argentina; ya ni hablemos de un candidato tan gris, tan mediocre como Sergio Massa, el ex secretario de Finanzas de Argentina (un pésimo error haber escogido al responsable de la Economía, teniendo en cuanta el 142% de inflación argentina). Y el equipo de Milei y él mismo supo aprovechar las redes sociales, especialmente para conectar con los jóvenes argentinos (quienes fueron los que votaron por él y le dieron el triunfo) usando un lenguaje común y corriente.
Milei es el representante de las nuevas ultraderechas en el
Mundo, con su manera de ser que no es políticamente correcto (igualito que la
señora que vende gelatinas con sus groserías y modos) y con sus postulados
ultraderechistas bien definidos, como la libre portación de armas, la venta de
órganos, la privatización de la educación y de la salud pública, la dichosa
dolarización que pretende realizar y la eliminación del Banco Central Argentino
(es decir quitará uno de los pilares que sustentan la independencia de un páis,
su moneda), está en contra del aborto, de los derechos de la comunidad LGBT, en
contra de cualquier apoyo social que del Gobierno al pueblo, y no podía faltar,
las relaciones internacionales y económicas serán con EUA e Israel, prácticamente,
Argentina será una colonia gringa más, súbdito de los gobiernos sionistas que
quieren controlar al Mundo entero.
Pero todo lo anterior viene a colación, porque Javier Milei
y su triunfo, es la panacea de la oposición, tanto que celebró como si fuera su
propio éxito, si Milei ganó, los prianistas podrán ganar en el 2024, y las
ideas de Milei del nuevo gobierno que encabezará en Argentina, tiene las mismas
propuestas que la oposición aquí en México, sobre todo la parte de ser súbditos
de los gringos y por ende de las cúpulas sionistas en el Mundo.
Pero, para que la oposición mexicana pueda replicar el
fenómeno Milei, tendría que enfrentarse a algunos problemas de raíz, primero
México no tiene la inflación tan aparatosa que tienen los argentinos, la
mayoría del pueblo está con el Presidente López Obrador, si bien Scheinbaum es
un personaje gris, no es tan gris y opaca como la señora que vendía gelatinas.
Y la principal causa, gracias al estupendo labor y estrategias de Claudio X
Gonzales, la derecha sigue en el hoyo y cada vez se hunde más, y siguen sin
darse cuenta, que es lo peor, para ellos. Claudio X Gonzáles se ha dado a la
tarea desacreditar a su propia organización política. Así, por lo menos, el
2024 lo ganará lo que queda de Morena y la 4T, para el 2030 ya será otra
historia, muy distinta.
Mientras, muchos prianistas celebraban el triunfo de Milei,
entre ellos la señora que vendía gelatinas (si la señora que se cree de
izquierda, de la verdadera izquierda, las trotskista, socialista, progresista,
etc., festejo el triunfo de la ultraderecha – nuevamente mostro su verdadera
forma de pensar – y se volvió a equivocar) y los personajes de siempre, a esos
que les encanta hacer alharaca en cualquier espacio. Algunos detractores de la
4T, de Morena y de AMLO, salieron y demostraron su descontento contra el apoyo
a favor de Milei, entre ellos, Javier Lozano mejor conocido como el saco de
pus, háganme el favor, el saco de pus, tuvo un momento de iluminación y crítico
a la señora de las gelatinas, hasta el impresentable Chumel, que remata en su
publicación comparando a Milei con AMLO, casi logra no avergonzarse en una
publicación, pero, en fin.
Por cierto, los prianistas traen más problemas en la Ciudad
de México, después de la imposición del panista Taboada, como candidato de su
alianza, para ser el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, a muchos
personajes prianistas no les gusto, entre ellos a Sandra Cuevas, la aún
alcaldesa de Cuauhtémoc, quién en un conferencia de 15 minutos bufo en contra de
sus patrones partidistas, menciono que Zambrano dirigente nacional de PRD es un
alcohólico prepotente, también se fue en contra de Alito Moreno del PRI, quien
le ofreciera una diputación plurinominal federal a cambio de avalar el acuerdo
entre las dirigencias; también en contra del panista Jorge Romero (coordinador
de los diputados panistas) quien le permitió participar en el proceso y que
convenciera a Adrián Ruvalcaba (alcalde priista) de no unirse a Morena. También
acuso al PRI de pedirle 50 posición de estructura y la Dirección territorial
del Centro de la Ciudad, para que la opere la familia Barrios y a Andrés Atayde
dirigente panista en la Ciudad de México de pedir la Dirección General de Obras
y la Dirección General Jurídica y plazas para sus concejales, y Noria Arias,
dirigente del PRD de la Ciudad, le pidió 200 plazas y el 25% del presupuesto de
obras de la Alcaldía. Pero no aclaró si acepto estas peticiones.
Mientras la que se ostenta como coordinadora del frente
prianistas en harás del 2024, sólo ha pedido unidad y básicamente sometimiento
entre los integrantes prianistas. Tanta unidad, que en el arranque de
precampaña de la señora que vendía gelatinas en Chihuahua, no fue acompañada
por ninguno de los 3 tres líderes de los partidos que conforman la alianza
opositora, la dejaron sola, así como dejaron sola a Sandra Cuevas. Y esto le
repercutirá en posibles desbandas de estos 3 partidos que debilitarán aún más
su camino hacia el 2024. Eso les pasó, por no tener un líder capaz.
Lo que probablemente le pasará a lo que queda de Morena para
el 2030, ya sin AMLO (suponiendo que se retira de la vida política). A menos,
que AMLO este al mando de Morena y pueda traer estabilidad al movimiento.
Porque nos guste o no, la actual Morena se mantiene en los hombros de AMLO, la
probabilidad de que los candidatos morenistas para el 2024 ganen se deben al
efecto AMLO, (a los que tengan su aval). Porque AMLO sigue teniendo el bastón
de mando.
Tanto así que García Harfuch y Rommel Pacheco (el ex
panista, ex enemigo de la 4T, de AMLO y de Morena, perdonado y recibido en
Morena por Scheinbaum) no fueron seleccionados para ser candidatos para
gobernar la Ciudad de México ni Yucatán, respectivamente. Se advirtió que toda
la fauna prianista que se unió a Morena con el visto bueno y emoción de
Scheinbaum y de Mario Delgado, venían por algo. Y esta no selección también
tuvo el apoyo de las bases morenistas, que no están tan de acuerdo en los
precandidatos impuestos.
Probablemente, algunos alegarán que Scheinbaum, aplastará en
el 2024 a la oposición, pero se les olvida algo muy importante, cualquier
candidato que pusiera Morena ganaría en el 2024, cualquiera bajo el halo de
AMLO. La verdadera contienda y resultados serán para el 2030, ya sin AMLO,
ojalá y siga en la política del país, por el propio bien de México.
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